¿Necesitas una trona?

¿Sabes qué tienen en común esas adorables fotos de bebés con las mejillas regordetas y con puré de frutas y verduras por toda la cara? Que en todas ellas hay una trona (y un desastre). Cuando se trata de empezar a comer alimentos sólidos, es importante tener un lugar seguro y fácil de limpiar para que tu hijo coma.

Sí, te recomendamos que añadas una trona a su lista de nacimiento por varias razones. Las tronas son cómodas y ayudan a contener el desorden que conlleva el inicio de la introducción a los alimentos sólidos. Pero, sobre todo, colocan a tu pequeño en la posición vertical adecuada para comer, proporcionándole un lugar seguro y cómodo para iniciar su viaje con la comida.

Cómo elegir una trona

¿Vives en un espacio pequeño y comes la mayoría de las veces alrededor de una mesa pequeña? En ese caso, una trona que se sujete a una de las sillas puede ser lo más adecuado para que el bebé pueda sentarse en la mesa. ¿Tienes una mesa más grande o vives en una casa con varias zonas para comer? Entonces, una silla independiente que venga con su propia bandeja y pueda trasladarse fácilmente de un lugar a otro puede ser su mejor opción.

Cuando se trata de la limpieza, a algunos padres no les importa sacrificar la forma por la funcionalidad y eligen la trona que mejor se adapte a su estética favorita. Pero si sabes que fregar constantemente o meterte en los recovecos te va a volver loco, quizá quieras quedarte con un modelo básico de plástico o con uno de tela que se pueda limpiar.

Otras cosas que debes tener en cuenta a la hora de elegir la trona son

Plegado: Si el espacio es un problema, puedes considerar una silla de tamaño normal que se pueda plegar y guardar o una trona portátil.

Durabilidad. Si piensas tener una familia más grande y pasar la  trona al siguiente bebé podrías pensar en una trona más robusta y que tenga más funciones, para así aprovecharla al máximo. También hay varias tronas que crecen con tu hijo, convirtiéndose en un asiento elevado o incluso en una silla de tamaño adulto.

Seguridad. Ten siempre en cuenta la seguridad de tu hijo cuando compres cualquier artículo para el bebé, pero especialmente cuando se trata de elegir la mejor trona. Deberás asegurarte de que la silla cuente con un sistema de sujeción, como un arnés de 3 ó 5 puntos, una buena estabilidad (si la trona tiene ruedas, asegúrate de que se bloquean), un poste para la entrepierna y nada que pueda pellizcar o enganchar los diminutos dedos de las manos y de los pies del bebé... o los tuyos.

Limpieza: Decidas darle tu comida o dejar que experimente con el BLW es indiferente, las tronas se manchas y deben ser fáciles de limpiar, bien que con un trapo húmedo puedas limpiarlo fácil o bien que los textiles te permitan desmontar y meter en la lavadora.

¿Cuándo se necesita una trona?

Dado que durante un tiempo le darás el pecho o el biberón, no necesitarás una trona hasta que tu bebé empiece a comer alimentos sólidos, normalmente alrededor de los seis meses. Pero la utilizarás mucho después, hasta los dos o tres años o más, dependiendo del asiento.

Evolutivas de madera

No vamos a mentir: tenemos una gran debilidad por este clásico escandinavo que existe desde 1972 y que aún sigue vigente.

Actualmente existen modelos  económicos que no permiten añadir complementos como otras tronas más conocidas pero que son igualmente funcionales.

Elegantes, seguras y dura muchos años. El sencillo diseño de madera de haya  se adapta perfectamente a la decoración de tu hogar. A diferencia de las típicas tronas, están pensadas para acercarse a la mesa y que todos puedan comer juntos. Además, pasa de ser una silla de bebé a una silla de niño robusta, por lo que puede utilizarse durante años.

No se reclina el asiento y la bandeja es más pequeña que las tronas tradicionales, igualmente se pueden extraer y una vez los chiquitines puedan estar con nosotros en la misma mesa para comer tienen una silla de fácil limpieza.

De Madera Convertibles

Diseño moderno, minimalista y divertido.

Se convierte en silla para niños pequeños.

Fácil de limpiar.

No tiene mucho apoyo para los bebés más pequeños.

El aspecto de estas tronas se distingue de muchas de las tronas del mercado, y eso es una de las cosas que más nos gustan. El diseño moderno y minimalista acentúa cualquier espacio en lugar de restarle importancia. La superficie lisa es fácil de limpiar y el montaje es realmente sencillo y sólo lleva unos minutos.

Elevadores

Cuando nuestros chiquitines ya se han hecho un poco más mayores tenemos la posibilidad de colocarles un elevador que se ajusta mediante unas correas a las sillas de nuestro comedor, dejándoles a la altura justa para que puedan comer con nosotros en la misma mesa sin necesidad de tener una trona alta en casa. Estos elevadores son más fáciles de transportar, de hecho hay varios modelos en el mercado que están preparados para podernos llevar en el caso que vayamos a comer fuera de casa y colocarlos en cualquier silla.

Por el contrario no suelen tener una altura en el respaldo por lo que no es recomendable utilizarlos con bebés que todavía necesitan ese tipo de apoyo.